miércoles, 27 de febrero de 2008

Nota primaveral (De 'El asno en globo')

Llego al sanatorio después de la hora de la merienda. Saco los ejemplares de la revista. Algunos son viejísimos. Señala un «Asno en globo» de hace más de 20 años, en el que la portada es el dibujo de un elefante azul. Lo examino y recorto otro artículo delante de su autor. Nunca habla con la boca, pero sus ojos le están diciendo a las tijeras por dónde deben ir, con cuidado, con cuidado, así...:

«Por la mañana, entre los libros siempre mal apilados, una fotografía parecía pedir auxilio, mostrando una mano que se agitaba en una playa. Me conmovió ver que era ella que volvía desde un pasado imperfecto. Esa mañana hacía mucho calor.
Sé que algunas horas más tarde, en el metro de las cinco y cincuenta y dos, una muchacha sangraba coccinellas por unos zapatos perfectamente lustrados. De un rojo demoledor. Leía algo sobre la cinética en la mecánica. Y sé que me pareció extrañamente tierno. Era alta y muy delgada, deliberadamente guapa, con el ombligo con restos de primavera. Y leía física sin rubor. Me conmovió.
Por eso escribo esta nota.»

9 comentarios:

Sophiste dijo...

Entre ombre et lumière... entre rêve et réalité... tu éclaires ce que tu aimes sans toucher à son ombre

C'est à en devenir amoureux de la science. Quel exploit !

bises à la famille

Hilvanes y Retales dijo...

Eres increible...me gusta arrancar el día con tus escritos, aunque no siempre deje aquí mi huella. Es el tiempo que avanza y construye y destruye y nos zarandea...

Joseba M. dijo...

Bonjour, le sophiste,
bien expresado, amigo, sombra y luz. Muchas veces el amor sale de detrás de un pájaro proyectado en una pared con dos manos que te están contando un cuento donde el sol, donde un espejito, donde un niño...
Un besito, primo, j'ai trouvé dans un archivateur perdu quelques photos de Libourne. On essayera de te les envoyer. ;-)

Hola, hilvanes, puedo decirte lo mismo, ya ayer estuve admirando el salón de Umbral y su reseña pero... te prodigas tan poco, amiga modista.
Un abrazo.

Mina dijo...

Definitivamente un estilo nuevo para mi en estos lares...

Me encantó aquello de "Ella leía física sin rubor".

Saludos!

Martine dijo...

Les petites coccinelles, chez moi, portent bonheur... Joseba et tes textes nous l'apportent..

Merci, et un bisou!

alaluzdeunaluciernagaazul dijo...

Un día de vuelta "a lo pasado".

Un elefante azul.

Una chica bella que lee física sin rubor.

Como diría Mario Paoletti... son pequeñas felicidades que no cuestan nada.

Hay que aprovecharlas, y disfrutarlas!

un besito

Joseba M. dijo...

Buenos, bonjour, egunon a todos,
gracias por sus visitas, por sus elogios gracias.
Un saludo, Cotopi, le devolví la visita a su completo e interesante blog. Seguiré haciéndolo.
Ah, que c'est jolie le bonheur rouge, rouge, rouge, rouge, Selma!
Las breves hormiguitas de la felicidad... ¿o eran efímeras mariposas? Cualesquiera que sea, tienes razón, hay que gozarla, auqnue sólo previa sea.
Abrazos a todas.

Anónimo dijo...

Goizeko liburu-meta deslaiaren artetik esku batek laguntza eskatzen zuen, hondartzak astindutako argazkia erakutsiz. Bero handia egiten zuen iragan burutu gabekotik zetorrela ikusteak samindu egin zuen goiza. Badakit bost metro eta berrogeita hamabi ordu beranduago marigorringoei odola zeriela neska distiratsu baten zapatak bailiran. Eraitsitako gorria. Mekanikoak zinetikari buruzko zerbait irakurtzen zuen. Eta badakit erabat samurra iruditu zitzaiola. Udaberriaren hondarretan garaia zen propio, ederra, zilbor estuduna. Eta fisikarik gabe irakurtzen zuen ahalkea. Ohar hau idatzi zidan, horregatik hunkitu ninduen.

(Traductore traditore)

Joseba M. dijo...

Arraio, Arroyo! Harro yo, pues, zurekin.
Akerrek hegal egingo balute martxoko zeru urdin berrian letra nabarrez zure izena osatuko lukete, maitagarri hori.
Erabat esnatzea lortzen badut, erantzun dezente bat eskeintzen saiatuko naiz, laztantxo.

TARENTOLA MAURITANICA

Paeres del corral que en verano «El Circo de la Luna» en sus farolas albergan un latir de tarentolas abatiendo cualquier insecto enano, dul...