A
El hombre que fuma
consume el sueño donde habita.
El sol es una palabra
que alberga un sol.
Yo soy quien fuma tu soledad
y no albergo una sombra incierta.
He amanecido del lado de la cama
donde menos estrellas había.
Sin embargo, lo reconozco,
había estrellas.
Es lo importante, mujer...
B
Alejandra ha salido del humo
y ahora lee mi turbio poema,
lo anda como sampedrito,
dividiéndose
entre ella misma
y una alegría infundada.
Alejandra sólo puede ser así,
como un comienzo siempre...