Aquí,
como un crepúsculo de lirios
entre dulces violonchelos.
Tienes que saludar al día
(tú que albergas pájaros)
para que el reloj consista,
para que el hombre,
tibio aún,
te ofrezca el agasajo
de la mantequilla,
el injerto de besos y nocheterna
Ansiosa y breve, o calma entretenida o nutrida ignorancia, o lo que empleo en la intrincada trama del solfeo, todo está aquí, Borges le ll...