Se clavó todo el tiempo
en tu madera, que admiró el cerezo,
aquel posible amor que albergó tu cancela
yace cerca de cualquier ermita,
las risas de muchos niños,
las sabias palabras de nuestro abuelo,
el paladar de la madre,
dos o tres gatos como tigres,
todo se clavó para otro olvido
y para las mismas muertes...
Y, sin embargo, pertinaz,
el periquito espera en el umbral
no sé qué nueva esperanza...
en tu madera, que admiró el cerezo,
aquel posible amor que albergó tu cancela
yace cerca de cualquier ermita,
las risas de muchos niños,
las sabias palabras de nuestro abuelo,
el paladar de la madre,
dos o tres gatos como tigres,
todo se clavó para otro olvido
y para las mismas muertes...
Y, sin embargo, pertinaz,
el periquito espera en el umbral
no sé qué nueva esperanza...
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