Contemplo, sereno esta vez,
la desidia de mi barba,
su tupida periferia,
la onda que deslavaza el pelo
en la cúpula del cráneo,
esta camisa veinte años
más joven que yo,
las manchas del tabaco,
la dispersa conmoción de mi mirada,
mi mansedumbre acomplejada
en los espejos,
el ámbito de mi hermosura
repentinamente cuestionada...
y sólo tengo mi voz
y un cierto gusto por las cosas…
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