En la colina,
los fracasos, todos,
todas las derrotas y la mirada
vuelan, se esparcen sin destino,
sin amargura, sin rigor,
acometen muerte ritual,
su repetido ocaso
de hermoso campo
donde la esperanza
se graba en un chopo solitario,
allí, poco más allá del río...
El aire forja la crisálida
de donde me desenvolveré mañana.
Dulce destierro del amor...
(D. Errota, 'El cerro, peregrino' 1923)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
TARENTOLA MAURITANICA
Paeres del corral que en verano «El Circo de la Luna» en sus farolas albergan un latir de tarentolas abatiendo cualquier insecto enano, dul...
-
Paeres del corral que en verano «El Circo de la Luna» en sus farolas albergan un latir de tarentolas abatiendo cualquier insecto enano, dul...
-
El coronel Aureliano Buendía nunca olvidaría el día en que se encontró a la Maga de súbito convertida en una cucaracha. Yoknapatawpha era e...
-
« Mariano, esta tarde te espero en la sacristía a las siete. Sí, padre. Empieza la novena de María Auxiliadora y, si te portas bien, sabes ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario