En aquellos besos había noche,
muchas cartas,
seda arrugada
y una pizca de muerte,
pero ni callada angustia,
ni gozo prisionero.
El poeta se puso
en la espalda
todo el silencio
para distraer su ingenuidad
en otro olvido
que pintaba
absurdos colores
cerca de tu boca...
3 comentarios:
Bello poema, Joseba. Un abrazo.
Salud y República
¡Que maravilla,mi querido Poeta!
¿ Que te ha dado tanta energia para escribir últimamente,tantas cosas?
¿ Quizá una cantaora cantándole a un poeta?
Besos flamencos,sentiitos y jondos.
Gracias, amigos...
Quizá tengas razón, mamma y ese concierto me haya procurado el impulso necesario para juntar algunos dibujos con unas cuantas letras. Me alegra que les guste.
Por cierto, el mentado concierto estuvo muy, pero que muy bien, aceptando siempre que las cualidades de doña Carmen no son lógicamente las mismas de hace veinte años... pero supo darle ese sabor que sólo tienen los más grandes y, sobre todo, el maravilloso encaje letra-música de algunas cosas como, sólo por citar dos, la deliciosa granaína rematada en rondeña con que nos obsequió o la imponente toná a pelo con que se despidió.
Tuve el placer de saludarla y hablar un ratillo con ella(dos minutos apenas, ná...) y pude celebrar que, además de tó, esa una mujer encantadora...
Abrazos mu jondos pa usté, quiya y, cómo no, pa don Rafaé...
Salú y República!
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