martes, 15 de mayo de 2007

Terco torpe



...Lo más pequeño
...se anuncia, enorme,
...en los párpados de un árbol.
...Adoro, tú sabes, los tejos
...pero, cuando los dibujo,
...sólo consigo un entusiasmo
...de felices alerces,
...o quizá fosforecer
...un arrebatado abedul.
...He estado enredando en su sombra,
...he estado anúdandome a su tierra,
...he querido envolverte
...de la magia viva
...de los cuentos que auspició
...desde la primera rama
...hasta la punta de mi lápiz
...menos fructífero, lo sé,
...más empeñado...
...Me gustan los tejos,
...que crecen siempre con esa soledad
...más allá del bosque que los rodea.
...Cada tejo es un bosque,
...pero sólo sé dibujar
...olmos y álamos
...que bailan en el viento.
...Y tú no sabes enfadarte por eso,
...es cuanto necesito
...para seguir dibujándolos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Magnífico poema, señor.

Anónimo dijo...

Qué dibujo tan bonito. Suyo? Engrandece, si cabe, sus versos. Enhorabuena.

Anónimo dijo...

Hay, en lo que escribes, tanta vida/tantas vidas como las que presencia cada tejo, y cada bosque en cada tejo. Quién fuese sabio druida para leer el dibujo de las alas de mariposas que habitan esos tejos que dibujas.

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