«Ojalá en esta diminuta cuartilla que lees cupiera todo cuanto te quiero decir. Ojalá en este mínimo paquete de mi voz cupiera todo cuanto te quisiera regalar. Los regalos, los tactiles, los palpables no son más que depositarios del verdadero regalo, del que no se puede empaquetar ni franquear en ninguna estafeta. ¡Ah, si hallase el estanco donde expenden las estampitas para enviarte mi corazón como un emblema de lo que sangra este amor! Quede el testimonio de mi arrobada caligrafía, recuperada en el tiempo para ti, con la esperanza de que tú también te arrobes estrujando esta cuartilla a escondidas, cuando le platicas al infatigable pájaro de la soledad, hermano del mío y que hace ya tiempo que lleva tu hermoso nombre... Alejandra»
viernes, 3 de abril de 2020
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