viernes, 4 de octubre de 2013

«Odio tu gato»*



En el espacio que tu gato ocupa
hago de todo mi odio buen empleo,
sólo quiero matarlo si lo veo,
quitarlo de tu mano me preocupa.

Su estancia por tu entorno ya con lupa
celando voy, y lo tengo por tan feo
que odiándolo disfruto y me recreo.
¡Cuánta envidia en mi corazón se agrupa!

No aguanto esa mirada indiferente
que acoge tu caricia todo el rato,
cual si no lo tocaras ¡repelente!

Si vuelve a interponerse, yo lo mato,
durmiendo en tu regazo, intransigente.
No hay remedio, mi amor, odio a tu gato...


*Este sonetillo publicose en 2007, pero sin el simpático y tierno dibujillo que, como se aprecia, lo redondea...


miércoles, 2 de octubre de 2013

Lluvia...


El mar se había quedado detrás de un biombo de brumas. Me pusiste un vaso con hielo flotando en una delicia ocre. Me pusiste dos dedos en la nuca. Tu pecho se había quedado detrás un leve algodón. Me diste otro dedo. Te leí el mismo verso que te escribo siempre que el mar se queda detrás de los biombos de algodón, el que te susurro cuando tu pecho llega detrás de leves brumas. «Tengo besos que mueren como cachorros de nube, que se confunden como garabatos de niño chico, besos que se descargan en los trigales de más allá del brezal, de más acá de las colinas del heno, besos como saltamontes bizcos, como canción en el agua...» Las plumas de la voz te desnudaron. Me entregaste un lápiz para que te metiera en un papel. Tu cuarto dedo decía que no me callara nunca. «... tengo besos que azogan charcas en la primavera, que perfuman juncos salvajes con aire de ababoles, besos topacio en los ojos, besos siesta de gato, besos onda de río, besos granada acuchillada. Y tengo un beso que pasea tu nombre en una cometa china que revienta en confetti para que la vida te sepa a tahona y a aldea que despierta, que explota para que me ruegues, sin más demora, que te pinte todos estos besos que te cuento y que, si no, morirán como cachorros de nube...» Todos los dedos se llenaron de cuartillas. Todas las tintas se llenaron de piel.

martes, 1 de octubre de 2013

¿Cuándo solicitas...

¿Cuándo solicitas información
de mis sueños, cuando
me auscultas la mirada perdida...
ves al hombre que viaja al fervor,
al encuentro de alguna fe?
Podríamos conformarnos con alinearnos
con los cómicos de algún puente,
podríamos ser necesarios
en el final de algún relato corto.
Podríamos resornarnos mutuamente,
pero nunca en las conciencias abatidas.
¿Cuándo atiendes en silencio
la perpleja convicción con que te hablo,
cuando sales de mi mano
con otra piel, dejándome otra piel
escuchas mi voz para escucharla después
como una cebra tibia
capaz de dibujarla como la luna
sus persianas?
Sé que si en el siguiente minuto
acierto a decir
que la soledad está siempre
tapizada de pequeños gozos, de alegrías,
de retales de felicidad,
de beso...
entonces, tu noche estará plagada de aves
que le acechan el lomo lunar
a los mares de una cierta maravilla...

jueves, 12 de septiembre de 2013

Mañana, quizá



Preguntabas por qué bajo tu cabello
nunca dudo
y ceso una mirada en la medrosa yema.
No tengo la vida por herida
y mi madre va en mi frente, arrugándose
con cada beso que cae en la hierba.
Me han amado para enseñarme a hacerlo
y yo te devuelvo la mano vacía
como un tesoro incalculable
por lo menos hoy, con este rubor.
Tú sabes que esas dudas son dobles diamantes
y cada dolor,
un cielo amanecido en la memoria...
Mañana quizá, en la misma mano
encuentres las mariposas
que he criado con los gusanos
de tu precioso olvido...

jueves, 11 de julio de 2013

Eromenkeritasun 1



1959an argitaratu zen Grenobleko «Du lettres» hilabetekarian jarraian agertzen den poema. Olerkia sinatzen zuena Saint-Lazare le Cloche eroetxean medikazio neurrigabe batek  erahildako euskal marinel alderrai bat omen zen, baina atzean Kasher mirestuaren luma dagoela susmatu egin dut irakurri nuen lehen egunetik...

ederra izateaz aparte, ederra,
inozo samarra bazinen, bai
eta, jakina, 
hainbeste dohai izateak mintzen ninduen
(musukatzeko orduko despisteak,
zure bular bigunek uluka,
zure alpargata ziztrinak, lihozkoak...)
Eta izaten zenuen
maskor hauskor
usain lirain
hura
beste matxura...
Postdata apostata bat
oparituko dizut opari:
geure hilobiak,
zure ileak atxabitxiz bustita,
iragankorrak ote?



martes, 9 de julio de 2013

Olivo (2)



Dejad que goce de la voz templada
el olivo que el tiempo arruga y mece,
nervio que por el sol nunca perece,
plácida red de la luna arrinconada.

En su sombra humilde un recuerdo nada
como otra sombra, no le desmerece
y por más que otro invierno recrudece
sueña y calla su pena enrevesada.

¡Árbol!, mano que asomas a la tierra
gigante colosal que está cautivo
y que pugna por relatar su guerra.

Corazón verde, anclado pero vivo,
porque tanta vida la muerte encierra
cual gozo tu dolor, amado olivo.



***

miércoles, 3 de julio de 2013

Poem bis*



Tengo una novia que no me conoce. Me matan los celos y ese rizo que le tapa el ojo como un parche de serpiente. Es muy alta mi novia que no me conoce, muy alta esa novia que me piratea los besos, que los conduce como ese pelo de tela desgastada que le sienta tan propio. No sabemos si somos vírgenes, no nos conocemos tanto. No nos importa: no coleccionamos sellos, ni soldaditos de plomo. Pero es capaz de quedarse embobada viendo catedrales varias veces como si la piedra tuviera algo que ver
con sus orígenes.
Mi novia no tiene nada en común con los árboles pero te trae a la memoria algunos pájaros, siempre que no sean
el colibrí
o las palomas
porque se cagan mucho se cagan en plazas como la de San Marcos que no deberían alzarse sólo en Venecia. Huelga informarle que lo colibríes no, los colibríes no. No. Mi novia no sabe que tengo novia, lo ignora porque
su paz
posa reposa descansa en la tristeza, como un bucle-parche-tela en pecas claras de nariz y, entonces, se inhibe pulcramente. Y sabed que casi nunca lee poemas de desconocidos ni ariméticas pardas, porque ella es azul y es solitaria motu proprio


*El poema es viejísimo y se editó por aquí hace un lustro... apenas luce nuevo el olvidado dibujo que ni justicia le hace...



martes, 2 de julio de 2013

Cerca había el mar




El hombre ha cumplido pensamientos
como espejos y como olvido.
Piensa y se reclina en las veredas.
«Cerca había el mar...»
Puede que yo sea el hombre,
que te hable con desesperación
de unos tiempos en que amaba
dando manotazos en labios
delgados como adioses guerreros.
Pero lo importante es el hombre.
Quizá también estuve
fotografiándome en Positano
desde donde el mar era otro vino.
«He vuelto a extraviar tu nombre
por el sueño...»
Soy lo importante hoy,
soy tu mejor verdad en este libro
y la única persona capaz de olvidarte
cada tarde de todas las estaciones.
Sí, es lo más importante:
mi tristeza nos mantiene vivos,
cumpliéndote
como espejos
y como olvido.

viernes, 15 de febrero de 2013

Gotingen


En Gotingen sucederá todo...

Y no hará falta 
conocer Gotingen
para que este corazón
derrame una lágrima por ella
y torne tan marrón el canal
como su voz caliente...
Y no será ya preciso
ir nunca hasta Gotingen...

TARENTOLA MAURITANICA

Paeres del corral que en verano «El Circo de la Luna» en sus farolas albergan un latir de tarentolas abatiendo cualquier insecto enano, dul...